Corren las apuestas en William Hill (...) por la elección del nuevo Papa con Angelo Scola a la cabeza, Peter Turkson como la esperanza africana y algunos príncipes de la Iglesia Católica Romana de este lado del Atlántico en carrera. El brasileño Odilio Scherer, el canadiense Marc Ouellet, los norteamericanos Sean O´Malley y Timothy Dolan, el argentino Leonardo Sandri "representan" a las américas en esta elección negociada de principio a fin, cuatro veces al día, dentro de un recinto cerrado y sellado para los ojos y oídos del mundo, al más puro estilo medieval del Estado Vaticano. Pontificio sigilo de pasadizos papales, cardenalicios susurros en hoteles colindantes a los jardines vaticanos, apostólicas balotas secretas en pontificales urnas, eclesiásticos escándalos sexuales medianamente acallados, levíticas presiones solapadas de miembros de la curia gobernante y hieráticos silencios en todos los idiomas sobre operaciones nada monacales del Banco del Vaticano. Un nuevo Papa saldrá a bendecirnos al balcón de la Basílica Papal esta semana dando el pecho a la multitud esperanzada y cargando en la espalda una historia secular de luchas intestinas de congregaciones pontificias por el poder más conspicuo y omnipresente de la historia de las sociedades cristianas. Si el nuevo representante del Vaticano desea que su estado persista en la historia con el matiz espiritual que nunca debió perder, deberá, urgente y necesariamente, mediar para que la esperanza católica siempre propagada por sus fieles en la Plaza San Pedro inunde las oficinas vaticanas a través del balcón papal y expulse per saecula saeculorum la codicia que ha venido marcando sus actos casi como una marca registrada. Amén.

De: el-escarabajo-azul.blogspot.com